Hola querid@s seguidor@s:

Todos los protagonistas de este relato son fruto de la inmensa suerte de haber tratado con muchas buenas personas de vida sencilla.
Les deseo que lo pasen bien leyendo esta sarta de interioridades domésticas, parecidas a las que a mi tocó vivir, y les dejo para su disfrute algunas de las recetas que he ido recopilando a lo largo de mi existencia. LA MARQUESA BULLABESA

Recetario de la Marquesa Bullabesa

MINISANDWITCHES casi VEGETALES


Estos son unos bocaditos absolutamente indispensables en cualquier merienda o cena informal.

Ingredientes para 1 bolsa familiar de pan de molde sin corteza:
1/2 ensalada "iceberg"
1 zanahoria rallada
1 tomate pelado y cortado en trocitos
2-3 ramas de apio cortado en juliana
12 rodajas finas de salchichón
1/2 tarrina de quedo philadelphia
mayonesa
2 cucharadas de mostaza
pimienta molida
Se hacen así:
Se corta la ensalada en tiritas y se echa en un bol grande junto con la zanahoria rallada, el salchichón en tiritas, el tomate y el apio. Se añade el queso, la mostaza y dos cucharadas de mayonesa. Con un tenedor se remueve todo hasta que quede bien mezclado. Si parece un poco seco, se añade un poco más de mayonesa. La mezcla no debe quedar demasiado jugosa.
Se extiende sobre las rodajas de pan de molde una cantidad generosa de la mezcla encima de cada una. Se tapan con otra rodaja de pan.
Se corta cada sandwitch en 4, a cuadrados, rectangulos o triángulos.
Conservación:
Si no se van a consumir inmediatamente, conviene cubrir los sandwitches totalmente con papel de cocina humedecido con agua y por encima film transparente de tal manera que no entre aire. Guardar en la nevera.
Variantes:
Se puede añadir huevo duro, o cambiar el salchichón por atún, cangrejo o jamón dulce.
Resultado:
mmm... ¡deliciosos!

TARTAR DE FUET



¡¡Atención a esta delikatessen local!!

Necesitamos: Principalmente 1 FUET!!

2-3 Tomates rojos
Aceite de oliva

Bálsamo de Módena

Mostaza en grano ( a la antigua)


CONSISTE en:
Micropicar el fuet y los tomates. Uno se puede entretener a picarlos con un cuchillo afilado en plan chef tic-tic-tic-tic
(recomendable, pues es una manera eficaz de descargar adrenalina.¡¡PEERO!!, si entre sus cualidades no consta el ser ducho con el cuchillo, mejor picarlo con una picadora tradicional, no vaya a ser que se lleve un dedo por delante y el tártar se vaya a tomar viento...)


Echar la picada en un bol y añadir un chorro de aceite, un chorro de módena y 2 generosas cucharadas de mostaza. Mezclar con un tenedor.

Se sirve en un plato gracioso y amplio, acompañado de tostadas a su alrededor, para untarlo sobre ellas.


NOTA DE INTERÉS: esta receta me la ha dado mi amiga Anna, experta en cocina sibarita.

MI SEMI-CUIT DE CHOCOLATE

INGREDIENTES para 5-6 personas:
Huevos-3
Azucar – 80 g
Chocolate negro – 80 g
Nata liquida – 35 g
Harina – 35 g
Mantequilla – 35 g

ASÍ SE HACE:


Se baten los huevos con el azucar con batidora hasta que hayan doblado su volumen, o sea, 8-10 minutos de reloj.
Se añade el chocolate deshecho al baño maria y la mantequilla. Se bate para mezclarlo todo.
A continuación se añade la harina y la nata. Mezclarlo bien, otros 10 minutos.

Se untan los moldes (tipo flanera individual o tacita de café) con mantequilla.
Se reparte la mezcla y se cuece el el horno a unos 180-200ºC unos 8 minutos.
El horno ya tiene que estar caliente.

Una vez horneado se espolvorea por encima azucar glass o cacao.

Se toma caliente o templado. El corazón del postre debe estar semicocido.
Si sale cocido disminuir la temperatura o el tiempo en la próxima cocción.

Se pueden guardar en la nevera unos dias si no se quieren cocer todos a la vez.

NOTA: El tiempo de batidora es superimportante para que el postre salga super. Las raciones son pequeñas porque llena muchísimo!

ESTOFADO, el rey de la cocina rápida

INGREDIENTES BÁSICOS:
-Olla a presión (indispensable)
-Carne para estofar en dados (500 g, por ejemplo)
-2-3 zanahorias
-3 patatas grandes
-1 cebolla mediana
-2-3 cebollas pequeñas (opcional)
-1 puñado de guisantes
-1 diente ajo
-2-3 cucharadas de salsa de tomate ó 1-2 tomates pelados
-½ vaso de vino
-3 cucharadas de aceite
-hierbas aromáticas
-sal ó 1 cubito de caldo


SE HACE ASÍ:
Se echa el aceite y el ajo picado en la olla a presión junto con los dados de carne ligeramente enharinados. Se remueven y se dejan tostar mientras se cortan las verduras.

-Cebolla mediana: picada o en trocitos pequeños, se echa enseguida a la carne.
-Cebollas pequeñas: peladas y se añaden al guiso enteras.
-Patatas: peladas y cortadas a dados.
-Zanahorias: peladas y en rodajas gruesas (cortadas al bies dan un toque original)
-Guisantes: tal cual
Se añade todo a la olla. Se agregan las cucharadas de salsa de tomate o el tomate pelado y cortado.
Se remueve bien, a fuego vivo. Se vierte el vino dejándolo evaporar 1 minuto (aprox.). Se añaden las hierbas aromáticas y la sal o el cubito de caldo, y ½ vaso de agua, no más.
Se tapa la olla en el modo “a presión” y se deja cocer. Cuando la válvula pite o suban las anillas (depende del modelo de olla), se baja el fuego al mínimo y se cuentan unos 20 minutos. Se apaga el fuego y una vez eliminada la presión, se puede servir.
El resultado es un exquisito estofado, que queda caldoso, no seco. En función de ello, se le añadirá más o menos agua antes de tapar la olla.

VARIANTES:
-Otras verduras que se pueden añadir son calabacines, champiñones, puerros, coliflor, garbanzos, alcachofas, judías verdes...
-Se puede no poner patatas y acompañar el guiso con arroz blanco o puré de patata
- Añadiendo 1 manzana o 1 pera adquiere un sabor especial, nada despreciable
- Otras carnes como pollo, pavo, cordero, butifarra en trozos, albóndigas ó salchichas también son aptas. Incluso un timbal de carnes. Si añadimos buey estará buenísimo, pero también hay que añadir 10 minutos más de cocción.

ARROZ ROJO PASIÓN

INGREDIENTES:

6 tacitas de café de arroz largo

3-4 pimientos escalibados o 1 bote de pimientos ya hechos

1 bote de 1 kg. tomate pelado entero, o ¾ Kg. Tomate natural, pelado

1 puñado de pasas sultanas sin semillas

Jengibre o mejorana

6 cucharadas de azúcar moreno (o miel)

1 poco de aceite, sal

Se hace el arroz a la criolla:

En una sartén o cazuela honda se echan 2 cucharadas de aceite.

Se echa el arroz, la sal y las pasas sultanas, y una cucharadita de mejorana o jengibre (al gusto). Remover.

Se echa el agua (el doble de medidas de arroz + 2. p.ej: para 6 medidas de arroz se añaden 14 medidas de agua).

Tapar y esperar a que hierva. Bajar el fuego al mínimo y dejar unos 14 minutos. Pasado este tiempo el agua se habrá absorbido. Apagar el fuego y dejar destapado unos 10 minutos.

Remover con un tenedor suavemente hasta que quede suelto.

Se confitan los pimientos:

En una sartén se echa 1 cucharada de aceite y los pimientos escalibados y pelados cortados en tiras.

Se añaden 2 cucharadas de azúcar moreno y un poco de sal. Se deja cocer a fuego medio hasta reducir el líquido.

Se confitan los tomates:

En una sartén se echa una cucharada de aceite y los tomates pelados un poco escurridos, cortados en tiras.

Se añaden 3 cucharadas de azúcar moreno y un poco de sal. Se deja cocer hasta reducir el líquido.


Se monta el plato:

En una fuente de servir que pueda ir al horno se extiende el arroz cocido.

Por encima se colocan en bandas alternas los pimientos y los tomates.

Hornear ligeramente para que quede templado.

¡¡Buenísimo como acompañamiento de carnes, pescados o simplemente solo!!

COCA DE VERANO

INGREDIENTES:

Verduras: 1 calabacín, 3 tomates gordos, 1 cebolla mediana, 1 pimiento pequeño verde o rojo.

Queso en láminas, aceite de oliva, sal y pimienta

Masa: 2 huevos, 3 cucharadas de azúcar, 1 cucharadita de sal, 200 g de harina, 50 g de mantequilla o aceite de girasol, 1/2 vaso de leche, 1 sobre de levadura.

SE HACE ASÍ:

1. Se baten los huevos con el azucar y la sal. Cuando esten bien montados, se añade la harina, el aceite o mantequilla y levadura. Seguir removiendo. Se añade la leche. Dejar reposar la masa media hora en la nevera

2. Se corta el calabacín y tomates en rodajas finas. Se pica la cebolla y pimiento en cuadritos finos.

3. Se dispone la masa en un molde de horno, ancho y bajo, untado previamente con mantequilla.

Encima se cubre con las láminas de queso.

A continuación se recubre con las lonchas de calabacín y tomate, alternas. Finalmente, se esparcen los cuadritos de cebolla y pimiento por encima.

4. Se hornea primero con el grill durante unos 15-20 minutos. A continuación se coloca la fuente un poco más abajo en el horno y se hornea al modo normal otros 15-20 minutos.

5. Se retira del horno y se rocía con aceite de oliva.

Tarta de Manzana a mi estilo

Esta es una tarta muy finiiiiita y ligera.

Sin cremas ni afeites.


INGREDIENTES:
-1 placa de hojaldre estirada, de esas refrigeradas o congeladas
-4-5 manzanas (golden mejor)

-7-8 cucharadas de azúcar
-5 cucharaditas de mantequilla blanda
-1 cucharada de harina
-2 cucharadas de miel
-Mermelada y frutos secos (opcional)

SE HACE ASí:
Se estira ligeramente la masa con rodillo. Se espolvorea la harina sobre la placa del horno y se coloca el hojaldre encima. Se pincha toda la superficie con un tenedor para evitar que salgan ampollas. Se doblan los bordes hacia adentro y con un tenedor se chafan un poco.
Se pelan y parten las manzanas en gajos y se reparten por la superficie del hojaldre haciendo el dibujo que se prefiera. Por encima se esparce el azúcar y la mantequilla.
Se introduce en el horno a unos 170ºC durante unos 20-30 minutos (hasta que el hojaldre esté dorado).
Se saca del horno y se deja enfriar. Se reparten los frutos secos y/o la mermelada por entre los huecos, al gusto.
Se calienta ligeramente la miel con una gota de agua en el microondas y se pintan las manzanas y el borde del hojaldre para que brillen, si es posible con un pincel o espátula de goma. Sino, se puede utilizar una cuchara por su parte convexa.

OPCIONES:

Se cambia la fruta y se tiene una tarta diferente... pero igual de buena!. Melocotones, fresones, peras, (e incluso la mezcla de ellas) son frutas perfectas para este postre.
Relamerse.

Sopa de Lentejas



Ingredientes:

A TROCITOS: 1 rama apio, 1 zanahoria, 1/2 puerro, 1 pimiento verde, 2 tomates, 1 diente ajo

EN POLVO: genjibre, tomillo, romero (al gusto)

TAL CUAL: 1 l de caldo de pollo, 500 g de lentejas cocidas.

Así se hace:


Se pochan los trocitos de verduras. Se añaden las especies y el caldo. Dejar cocer unos 5-7 minutos. Se añaden las lentejas y se deja cocer otros 5 minutos. Tiene que quedar como una sopa, no un potaje. Si hace falta añadir más caldo.

OPCIONES:

Estas opciones tienen la gracia de transformar sustancialmente la sopa base

1. Servir con arroz aparte

2. Añadir bacon frito y trocitos de salchicha de frankfurt.

3. Añadir pasta de sopa pequeña, y dejar cocer 5-6 minutos más (con algo más de caldo). Servir queso rallado aparte.

4. Añadir otras verduras en trocitos pequeños, previamente hervidas (coliflor, brócoli, patatas...)


NOTA: Esta receta la tomé por primera vez en Cadaqués, un frío día de noviembre. Guardé la receta en mi memoria y cada vez que la tomo recuerdo las intensas emociones de aquel día...


8. ALERGIAS Y COSTURAS

Hoy la señora se ha levantado y se encuentra mal. Sin desayunar, se va al mercado a comprar pescado. La Trini está sacando el polvo de los muebles del salón cuando aparece Jonás el chofer. -Pues mira tu que ésta es la casa del revés-, le dice la Trini sin pestañear- la señora, que se encuentra mal y no ha desayunao, se ha ido al mercado- -¿y la cocinera?- pregunta él sorprendido -Ah! la cocinera está en el gimnasio-.
Al llegar Nadita del gimnasio comenta la mala pata de que se le ha descosido la costura de la falda. Lo oye la señora que se está tomando una infusión y rápidamente pone en marcha la máquina de coser. Mientras la señora le cose la falda, Nadita hojea sentada en el sofá una revista de recetas comentando lo riquísimas que son. La Trini se las mira incrédula: algo no cuadra.

¿Y ahora que se le antoja a esta mujer? Después de estar descansando un rato, aparece con una botella colonia de litro. -Es para Jonás- le explica a la Trini muy convencida de su buena acción. Llega Jonás. -Jonás, ¿recuerda que a mi nieto y a mi nos daba la alergia cada vez que entrábamos en el coche? pues ya he descubierto por qué!- La mujer le extiende el bote diciéndole -Tome Jonás. Me he tomado la molestia de comprarle un buen frasco de colonia para que la use usted en vez de la suya. Ya he comprobado que ésta no nos hace estornudar- Y sin esperar respuesta se da media vuelta y se va. Jonás, clavado en el suelo y abrazando la botella pensativo, recuerda aquella pelicula de los muñecos budú y se pregunta si funcionaría con el nietecito...

7. EL PELUQUERO

Cada día, hay una nueva aventura en esta casa. Hoy nada sale como tendría que salir. La Trini pasa el aspirador,- ¡no debería! ¿quien va a oir la puerta si llaman, si Nadita se ha ido a buscar el pan?, es que no piensas, hija!- le dice la señora a la Trini mientras pasa por su lado como dejando estela. La Trini se la mira de arriba abajo con una mueca y sigue como si tal cosa. Por aquí entra por aquí sale, parece pensar y se toca las orejas.
Entremedio se oyen gritos desaforados del señor llamando a su esposa. Aunque hay teléfonos internos en todas las estancias de la casa, él prefiere lo natural: el grito pelao. -¿Que querrá este hombre?- se va preguntando la señora mientras acude a la llamada. La Trini quita en último momento el cable del aspirador del paso. A punto ha estado la señora de bajar las escaleras rodando...-¡Suerte que una es de buena pasta!- se autoelogia la Trini. Porque de merecerse el porrazo se lo merecería...
En la biblioteca está el señor rascándose la calva y revolviendo unos cajones con pinta de preocupado.
Llega Nadita, como una caperucita con el cestito de la compra. ¡Qué feliz es ella! -¡Hola, hola!- saluda ¿Qué hacemos hoy para comer? A la señora se le enciende el semblante cuando la oye. -Pues mira "Nadi", hoy haznos ese arroz delicias que tan bien te sale. Yo me voy, que tengo mucha prisa-. Y desaparece dejándose el móvil en una silla, el monedero sobre la mesa de la biblioteca y las gafas en un taburete de la cocina. -¡Pues si se ha llevao el bolso vacío!- comenta la Trini. -No podrá ver lo que compra, no podrá pagar y no podrá llamar para que le lleven lo que se ha dejao. ¡Vendrá hecha un basilisco! Nadita, ya te puede salir bueno el arroz ese- le dice mientras por fin conecta el aspirador.

La Trini se ha traido unas torrijas para desayunar y ofrece al personal. -¡Qué buenas son las torrijas! aunque engordan un montón- añade otra, -pero es igual. En esta casa se adelgaza una solo subiendo y bajando escaleras, verdad Nadita?-. Nadita no puede contestar: la boca llena de torrija y masticando a dos carrillos, asiente sonriente. -Menos mal que tenemos estos respiros-
Pero la cosa dura poco. Sin poder comprar ni llamar, al poco aparece la señora toda airada. Pero delante del personal, hay que comportarse. ¡No pasa nada!. ¿Alguien ha visto mis gafas? ¿y mi monedero?¿ el movil? aquí, aquí, aquí. La Trini le va señalando con el pulgar, el otro brazo en jarras -¿donde tendrá la cabeza?- se pregunta con desdén. Todo lo tiene que hacer tan rápido que por ganar unos minutos pierde horas. Pero es su manera de ser: Incambiable.
Entre tanto alud de objetos perdidos y recuperados, reaparece el señor con su papelito. -¿Ya lo has encontrado?- le pregunta ella al vuelo. - Si, si...- - y ¿qué era?-se interesa por cortesía - El teléfono del peluquero, que hace tiempo que no voy- contesta él levantado triunfal la mano con el número apuntado. Desde la cocina se oyen unas carcajadas mal disimuladas de tos.

6. GUMER Y LOLI, PORTEROS DE PROFESIÓN

Gumer y Loli llevaban 20 años en aquel caserón. Eran los porteros. El hacía de chofer, jardinero y lo que se terciara. Ella realizaba faenas en la casa grande.
Eran tan inocentes como tontucos. Se lo creían todo! Hasta lo más inverosímil!. Eran buenos, buenos hasta la tozudez. -Pero hombre, si le han dicho que vaya al aeropuerto a buscarlos, ¿cómo no les ha recordado que era su día de fiesta?- Les decía la Visi -Pues que se yo...- aducía el hombre con cara de angustiado. Y ahora tengo que anular la comida que tenía en casa de mi hermano porque no vamos a llegar. - Es que eres tonto, Gumer!- le decía la Loli. Si, pero si ellos llegan justo ese día...-Pues que cojan un tarsi!- decía la Visi. ¿Será por dinero?. Amos hombre, y en tu día de fiesta, pa uno que tienes... Pues si tu no se lo recuerdas, ellos no se van a acordar!!-. La Loli intercede -Ellos van a la suya, como todos los señores. Si no hay malicia, simplemente que no caen- y meneando la cabeza se va a planchar a su casa. Loli está casada con Gumer desde hace un montón.

La vida de Loli
Por las tardes ella siempre sale, llueva, nieve o truene, a ver a su madre, ya anciana, y a peinarla, arreglarla... -¿Como sigue tu madre, Loli?- Ay, la pobre. Pues no veas que no pasa ya por la puerta, de lo gorda que está... Antes la sacábamos de paseo en la silla de ruedas mi hermana y yo, pero ¡fijate! que la ha roto y nos han dicho que no hay más anchas. Le tendremos que poner la cama en la sala... - La Visi está roja que no aguanta la risa. Pero se contiene por respeto -Si claro, pobre mujé- No veas pa llevarla al baño!- Se mete un trozo de pan en la boca para no soltar la carcajada. Pero la pobre Loli ni se entera. Ella va mirando al vacío con la imagen de su oronda madre fijada en la mente día y noche.

Su madre murió en la primavera. ¡Dios la bendiga! dice la compungida Loli cada vez que sale el tema. -Y pobre, ¡mira que morir en el báter! - La Visi se tiene que ir de la estancia cada vez que la Loli se lo cuenta a alguien. No puede aguantar la risa . -Sino es por la pobre mujer,no- se excusa - Que yo no me burlo de nadie, eh, pero es que cuando la Loli lo explica me imagino a la pobre señora ¡¡tan goorrrda!! haciendo esfuerzos ahí sentada y de repente, entre sudores y apretones, va y le da un pasmo... ¡jajaja! - y se tapa la boca con vergüenza. -Que menudo papelón el de la Loli, al encontrarla así...con el papel en la mano...¡jaaaa!- y la Visi no puede resistir la carcajada. Es más fuerte que la congoja. La Loli sigue yendo cada tarde a la casa de su madre ahora vacía, a empaparse de su esencia.



5. Elita de la calma chicha

¡Elita es caso aparte! Su look de cocinera rompe con todo lo visto hasta el momento. ¡Lleva un atuendo profesional!. Pantalón negro de rayadillo, zuecos negros y chaqueta de chef negra abotonada con puños blancos. Por encima, delantal granate, con la raya de plancha marcada, inmaculadamante limpio. Impresionante. La visitas cuando la ven piensan que en esta casa se cursan banquetes de altos vuelos... También es adicta al gimnasio... y a internet!.
La Visi le informa de los pormenores de sus horarios.
Elita le responde a todo un "psé" velado, con una sonrisita que le dibuja hoyuelos en la cara. -Nada de fiar- va diciendo la Visi con ojo clínico y muecas de desaprobación.
Elita tiene un hablar divertido y calmoso, propio de su tierra natal y la señora está entusiasmada con ella, pues es un lugar por el que siente mucha simpatía y apego. -¡Que más vale caer en gracia que ser gracioso!- remata la Visi, comida por el recelo -A ésta la tratan con guante blanco y a la Visi venga trabajo y más trabajo!- Se le están hinchando las narices -y cuando reviente, ¡reventaré!- va amenazando mientras pasa el aspirador, hace camas, tiende ropa y friega baños.
Elita pasa por delante de la Visi constantemente; va y viene del gimnasio, se toma una infusión adelgazante, lee el periódico cómodamente sentada en el butacón del planchador. Se despereza y hacia las 12 sale a comprar el pan y algo de comida. -Será hija de...!- la Visi no puede con ella y su falta de consideración. -¡Unos tanto y otros tan poco!- -
A esa mírala, le pagan por "criar culo" y conmigo ponen la lupa a ver si lo tengo todo a punto! ¡Cuánta injusticia hay en el mundo, pordió!- La mujer está más que harta de las diferencias de trato.
Un día coge a la señora por banda y se lo suelta. -Ay, Visi- se le queja ella, -cuesta tanto encontrar a alguien que valga hoy en día!- déjela, no vaya a ser que se nos vaya y la mujer cocina bien, todo sea dicho!- sentencia. -Sí, sí, déjela, déjela, pero la faena pa-mí!- -Antes barría la salita, ahora lo hago yo- La Visi, punteando el pulgar con los demás dedos, empieza a enumerar tareas añadidas -Antes tendía la ropa, ahora hasta le tengo que tender yo sus bragas!- La pobre está a punto de soltar un taco de los gordos y se muerde la lengua por no decirlo, pero los nervios tienen que salir por algun lado. - ¡Pues a partir de ahora yo no quiero trabajar tanto!- Le sale una voz un tanto chillona, reivindicativa -Me iré a las dos y que ella se ocupe de servir la mesa y lo demás. ¡Ya estoy mayor para tantas horas de trabajo!-.
Cae la noticia como una losa. Silencio sepulcral durante 2 segundos. Se oye a una mosca sisear en el cristal antes de la explosión. -¿¿¿¿¿Cómo se le ocurre decirme esto ahora?????- escupe la señora con los ojos inyectados en sangre. -¡Pero si este mes van a venir mis hijos y los nietos a comer casi cada día!.
Elita está para la cocina- -Pues con ese uniforme de gala que lleva ya puede salir a la mesa a servir- rechincha la Visi que ya no tiene piedad. Ni con una ni con otra. -Solo hace falta que la despierte un poco, no sea que se le duerma de pie aguantando la bandeja, mientras usted se está sirviendo los macarrones!- Ha iniciado la estrategia de salida y ya no hay quien la pare. Da una patada en el suelo y se pone a barrer con todo el brío del que es capaz. ¡Ella sí que es una profesional!. -¡A mi ya no me la dan con queso nunca más!- va pensando sin hacer caso de los gemidos y quejas de la señora. -¡Ya se apañará!-
Llega el verano y todos a la playa.
Elita se va con ellos. Les haría la cena, y desayunaría con los niños. Así los padres podrían dormir un poco más y descansar... A Elita todo le parecía bien. A la vuelta, el personal le preguntaba, expectante -¿Los niños? jeje, son traviesillos, ellos, jeje, pero son graciosos!- contestaba Elita con mirada pícara -¿Mucho trabajo, Elita en la casa de verano?- -Nooo, jeje, sólo tenía que hacerles la cena y darles la leche a los niños en el desayuno, jeje- -Después me iba a la playa hasta las 7 de la tarde!.- -Pero ¿no había mucha gente en la casa?- La Visi se recomía de indignación -¡Pues sí! había muchos invitados. La pobre Loli, la de allá, si que pencaba, si- decía Elita recordando pensativa con cara de asombro y los ojos muy abiertos -Cambios de sábanas, miles de platos y vasos, limpiar la casa, fregar los suelos... ¿Yo que le iba a ayudar? Pero si sólo querían que les hiciera la cena y jugara con los niños en el desayuno!. Y lo hice tan bien que al final me dieron propina y todo!! Fue genial, jeje! Despues de un mes de estar allí, me fui de vacaciones. Estuve en un crucero por el Mediterraneo. ¡Fue chulísimo!-
La Visi no se lo podia creer cuando la escuchaba. Se daba media vuelta y levantaba el brazo cruzándolo por la cara - ¡Así te espabilaba yo!- y se iba a pisotones a buscar el aspirador y las bayetas por no oirla más.

4. EL DESFILE

El desfile de personal ha llegado a su punto álgido. El ritmo es de una cocinera por semana. Todas llegan con buen talante y ganas de gustar. Pero es imposible!. Francis es muy servicial per no sabe freir un huevo. La Visi no acaba de entender como se puede presentar a cocinera sin tener ni idea... -¡cá! esa lo que es, es cara dura!- no les perdona ni un ápice... ella se vino a la ciudad con 14 años y la pusieron a servir. Lo aprendió todo a base de errores corregidos sin cariño. Tiene la piel curtida como los elefantes. Por dentro es todo corazón, pero sin tonterías. A la semana siguiente ya hay otra en la cocina. Agustina parece una monja salida del convento. Explica que tiene 2 hijas que no la quieren y está sola en la vida... ¡cuanta desgracia corre por el mundo! Va con el pinganillo puesto todo el día, escuchando la radio. La señora se pone nerviosa. Tiene que "tocarle" en el hombro para avisarla de que necesita hablar con ella... Se le abren las aletas de la nariz cada vez. Ella no está acostumbrada a "tocar a nadie" para hablar. Agustina se mueve con un sigilo propio de espías; la señora se la encuentra por las esquinas, como atisbando y pegan las dos un respingo, -¡qué susto!-dicen las dos al unísono, y cada una sigue por su lado ladeando la cabeza con desconfianza hacia la otra. ¡Mal asunto!. Al cabo de una semana se despide. La pobre no ha dormido nunca fuera de su casa y esta vida no la resiste... Al cabo llega Ivona. Menuda y con movimientos de ratón. Todos los uniformes le van enooormes. ¡Parece que vaya vestida de largo!. Es como una hormiga que va haciendo en silencio. Le piden que limpie los fogones con lejía, los limpia; los azulejos con desengrasante poderoso, los limpia; más patatas fritas, las fríe; a todo dice que si. No habla. No mira la tele. No sale de fiesta. No lee. Si se le pregunta por algo, siempre dice, bueeno... ya veré... Es como un ser transparente que hace su trabajo y nadie se da cuenta de su presencia. -¡Ideal!- piensa contenta la señora. ¡Esta mujer es MI cocinera!. Le sube el sueldo. Le compra uniformes. Le deja libros de recetas. Le propone pasar el mes de julio en la casita de la playa. -Podrás tomar el sol y bañarte. Conocerás un lugar nuevo muy bonito. Apenas habrá trabajo, pues pasamos casi todo el día fuera- la engatusa la señora. Melindres que Ivona no necesita. Dice que no y que no a las muchas insistencias. Un buen día no aparece a su hora de trabajar. No contesta al móvil. Al cabo de varias horas por fín llama ella. Que un imprevisto en su casa... y no puede venir... nunca más! Que no le importa no cobrar lo que le falta... -¡Adiós Ivona, adiós!- La Visi, que se la miraba de soslayo hacía ya tiempo, comenta apoyada en la escalera. - ¡Mira tú! Pa que te fies! Y eso que era de cerca de mi pueblo!. Esa tenía un novio en Madrid y se ha ido tras él. La muy loca. Era un hombre casado!- La Visi está ufana porque sabe más que nadie sobre ella -Me lo dijo un día que tenía ganas de hablar y le tiré de la lengua- redondea con orgullo, cerrando los ojos y alzando la mandíbula. Después llegó Mori. Cubana afincada en la ciudad desde hace años. Lo primero, preguntó donde había un gimanasio, porque ella hacía pesas y futing. La señora no gana para novedades con el servicio doméstico!. Cocina regulin regulan, pero todo lo vende como "muy rico y alimenticio". Le dicen que se olvide del ajo y los aceites. -Pues para mí mejor. ¡Hago regimen para gustarle más a mi novio!- le suelta un día a la señora con aire de ofendida.
Cada mañana sale de casa con una cinta a lo indio en la cabeza y leggins y se va corriendo al gimnasio. Cuando vuelve toda sudorosa, comenta que las pesas son duras de soportar. ¡Cuidadito con ella!. La Visi se la mira de reojo, pero no le dice nada. Como no es del país, no està interesada. ¡Ella está en otro nivel! Mori duerme en la casa, pero ha dejado bien claro que fuera de sus horas de trabajo ella entra y sale con toda libertad. Nadie le tose, ni siquiera la señora!. -Mientras cocine lo que le pido- va conformándose ella.
Una noche Mori sale de juerga y vuelve a casa a las 3 de la madrugada. ¡Ay madre! la alarma está puesta, y unos cuantos cubatas también estan puestos. Al oir los alaridos del sistema de seguridad, se levanta el señor indignado. -¿Se puede saber qué horas son estas de volver a dormir?- Mori no se muerde la lengua -¡Yo vuelvo a la hora que me da la gana! ¿O es que es usted mi padre?-.
Al día siguiente por la mañana la señora está haciendo las cuentas del finiquito. La Mori en la puerta con la maleta de ruedas y aires guerreros tapetea con el pie en el suelo, impaciente. Con las cejas fruncidas y el dedo en alto mira furibunda a todo el que se le cruza por delante, sin decir palabra. No hace falta...

2. LA VASCA

Ella llegó con su melena intensamente rubia, sus bototas de monte y una maleta llena de cintas de películas y música. Venía a cocinar, pero lo primero que pidió fueron más muebles en su habitación para poder colocar sus cosas, como tenía que ser... No se perdía ni un desayuno leyendo el diario, su mantequilla y su café eran sagrados. No tanto los gustos de la dueña... Llenaba la casa su risa rotunda. Por todo hacía unas risas...hasta cuando la amenazaban con despedirla. Y esto sucedía una vez al día, como mínimo. Un fin de semana se torció un tobillo. Al llegar casa, llamó al portero para que la subiera ... en brazos hasta su cuarto (3º piso) y allí se quedó varios dias, pidiendo que le subieran algo de comer. No podía poner un pie en el suelo. Sus compañeros, ya no lo fueron tanto. Todo su trabajo se lo tuvieron que repartir... Por fin un dia bajó a las dependencias de la cocina. Descalza, no le cabían las zapatillas. no podía hacer NADA, pero si podía sentarse y leer el periódico. Alguien le dijo que podía limpiar unos zapatos, y arreglar la fruta para el postre. Pero fueron demasiadas peticiones. Solo accedió a una. Llegó el jueves, su día libre y ¡MILAGRO! -¡Hoy no me duele el pie! puedo salirrrr - y se fue tooodo el día. Al día siguiente no podia casi caminar y tuvo que guardar reposo otra vez... Era un día apretado, intenso. Había mucho por hacer, muchos paquetes entraban y salían con el portero y la señora; venía más gente a comer. La Visi, sufrida compañera de trabajo, ya no podía acaparar más tareas; se le rizaba el pelo del sofocón que le subía cada vez que la veía allí sentada, con su bata... Entraba la señora con más bolsas y detrás el portero. El niño de la casa estaba muy enfadado buscando su espada, la abuela lo quería contentar; en esto, que llama el señor, que necesitaba comer antes porque tenía una reunión muy importante a las 3. En medio del ir y venir de todos se oye su voz -¡señora, señora...- -sí, dígame- le pregunta la señora solícita, a ver si con buenos ademanes consigue que se mueva del sillón -¿ necesita alguna cosa?- y ella contesta resuelta: -¿Tiene por ahí el periódico? ¿Me lo puede alcanzar?- el silencio se podia cortar con cuchillo... -¡Tonta es poco!- pensaba Visi, -Mañana le canto la caña. No puedo más- Y se la cantó. Después se la cantó el portero. Al cabo de 2 días dijo adiós entre risotadas que sonaban a falsete. La Visi le deseó buena suerte. La iba a necesitar, pobre florecilla.

3.LA LOZANA ANTONIETA, gallega que resultó de Jaén

Llegó Antonieta como un huracán de frescura; oronda, modosa, con ganas de ayudar en todo, de arreglarlo todo, y de solucionarlo todo -¡qué buenos eran los señores y qué gusto daba trabajar en esta casa! . -Señora, ¿le ayudo a descargar el coche?-; -señora, ¿quiere que le prepare un desayunito con energía?-; -deme señora los paquetes y vaya a descansar-… Las miradas asesinas de la señora no se hacían esperar. Ella NO descarga el coche, lo hace el portero, SÓLO desayuna un café y un zumo, lo que le da energía para rato y le ayuda a mantener la línea, y lo de "descansar" será cuando ella lo decida… en fin. Pobre Antonieta, cada sugerencia era premiada con una frustración. Pero no se rendía. Cantaba a voz en grito, mastuerza ella, las delicias que sabía cocinar, que para eso la habían contratado. Igual que la sardinera de Santurce, se la oía vociferar: -¡sardinillas rebozadaaaas, callos a la madrileñña para chuparse los dedos, pulpo a feira y escabeches variossss!… A la señora le daba un vuelco el estómago cada vez que la escuchaba y cuando deambulaba por el oficce dejando el halo de su bata de raso y sus zapatillas gacela, le soltaba como de pasada… -Antonieta, para hoy bistec con patatas y coliflor… y desaparecía justo a tiempo para no ver el derrumbamiento. Antonieta caía hundida igual que el coyote cuando el correcaminos le hacía una de las suyas… Pero si cada día sale el sol, cada dia amanecía Antonieta con nuevos bríos. -Señora, ¿qué querrá hoy para almorzar?- El ojo avieso de la señora le indicaba claramente que en aquella casa no "se almorzaba” y ella mirando a otro lado, le contestaba, -pues ayer se comieron 3 kilos de patatas. ¿Hoy no querrá variar?- Al cabo de un rato se ponía la chaqueta para ir a comprar el pan y… más patatas. -Y... dígame Antonieta, ¿de qué parte de Galicia es usted?- le preguntaba el personal. Ella contestaba que había estado en A Coruña y su hija estaba allí estudiando para policía, (poca broma). Otro día le decían -¿y cómo se dice escalibada en gallego, eh, Antonieta?- –pues allí no se come mucho de eso- -¿y su acento, Antonieta? No tiene mucho, ¡con lo cerrados que son los gallegos!... -¿gallega yo? ¡Ay madre!, pero si soy de Jaén!!- -Ja,ja,ja- reían todos. -¿De Jaén? Pues tu lo que tienes es acento catalán!- Y ella respondía con aspavientos -Si m’he criao en Lérida y de allí vengo porque el pedazo-imbécil-de-mi-marido s’ha quedao con la casa y m’ha dejao en la calle!- y añadía a la descripción una cara de puro asco. Pero Antonieta vivía en su nube particular. Ahora que estaba haciendo un poquito de “caja”, quería comprarse un apartamento en la costa. -Naada, una cosita pequeñita para mi sola y empezar de nuevo-. -Señora, usted que tiene contactos- la señora arquea las cejas -¿no tendría un apartamento para mi?- se le ocurría comentar mientras le servía el primer plato. Las miradas cruzadas entre el señor y la señora eran más que significativas, pero ella no las veía. - ¡Qué buenos son los señores!, fíjate que escuchan mis inquietudes cuando estoy con ellos… -Ay Antonieta, ¿cómo se te pasa por la cabeza decir estas cosas? Están en su casa, quieren intimidad, mujer!... -le decía la Visi -ah, ¿siii?- Se asombraba ella, - pues no m’han dicho ná!... –pero ¿que no les ves la cara?- –la señora me buscará un apartamento…- se emperraba en creer ella -Te lo ha dicho para que te calles, tonta! –, pero ella ya no escuchaba. Se iba a su cocina toda ufana canturreando menús que nunca le pedirían: aluuuubias a la riojanaaaa, chopiiiitos friiiitos, calamaaares rellenos en salsaaa, albóndigasss con guisantesss…. Una mañana cuatro meses después, desde la calle se la oía gritar –¡¡Llamaré a los mozos (de escuadra)!! Como no me pague los llamo, que a mi no me tima nadie!-. Entremedio de sus gritos, la vida de la casa continuaba: entraba el jardinero, salía el portero con el coche, llamaban por teléfono, llegaba el cartero…. -¿pero qué quiere, mujer?- – ¡sólo lo que me toca por ley y me voy! - -ande, ande, haga las cuentas y márchese...- Antonieta desapareció por la puerta blandiendo los billetes que le acababan de entregar, igual que cuando llegó: como una exhalación, un vendaval. El pedazo-imbécil-del-marido se había ido a vivir a Canarias y le había dejado la casa de Lleida para ella…

1. EL ÁRBOL DE LAS PELUCAS

Aquel verano, Bullabesa a veces paseaba por los jardines de la casa. De repente vió entre las ramas de un árbol, una preciosa y delicada flor, ella no era insensible a la belleza, y sin pensarlo se agachó a cogerla. ... Notó al instante de agacharse, un frescor inusitado en la cabeza... -¿una brisilla agradecida?- pensó mientras con los ojos cerrados aspiraba su aroma. Aquel dulce olor la transportaba a los campos de su amada Galicia, por donde corría todo el día en los años de su niñez... Unas risotadas la hicieron volver bruscamente de sus recuerdos. Al abrir los ojos se encontró al personal mirando por encima de ella y señalando al árbol que tenía justo detrás. -!Hay que ver! ¡En esta casa se abonan las plantas sin igual!- decían a media risa - ¡hasta pelucas crecen en los árboles!-. ¡Pobre Bullabesa! pétrea, se llevó la mano a la cabeza y lentamente palpó con espanto los cuatro pelos que le quedaban...
Bullabesa se fué para no volver, pero nunca perdió contacto con aquella casa y sus entresijos. Le divertía analizar a todo aquel personal como si les observara a través del cristal de la puerta del horno.